El convento de Santa María, uno de los edificios más antiguos de la ciudad y, por ello, con mayor valor histórico y sentimental para Cádiz, se encuentra en una situación ruinosa sin que por el momento se atisbe una solución que evite la pérdida definitiva del inmueble, hoy buena parte sustentado por puntales para evitar su hundimiento.
Tras anular el convenio que en su día se firmó con la Junta de Andalucía, que iba a asumir la rehabilitación del edificio con una inversión de 7,2 millones de euros (de los que 2,6 millones debían ser aportados por la propietaria de la finca, la Orden de la Inmaculada Concepción), la congregación religiosa entabló negociaciones con una promotora privada que se iba a encargar de sacar adelante este proyecto. Pero esta alternativa ha fracasado, según reconoce a Diario de Cádiz, la abadesa del convento, sor María Luz Suárez.
Esta marcha atrás por parte de la promotora pone en duda la continuidad del propio edificio habida cuenta su estado de conservación. "El edificio se encuentra muy deteriorado, cada vez más, hasta el punto que hemos tenido que apuntalar varias zonas", reconoce la abadesa. Los propios arquitectos que en los últimos años han analizado el histórico edificio ya denunciaron en su momento el precario estado del mismo.
Esta situación obliga a tomar medidas urgentes. Sor María Luz Suárez tiene claro que "voy a luchar con todos los medios" para recuperar el convento. Para ello cuenta con el apoyo de un grupo de ciudadanos, por ahora anónimos, que se han dirigido a ella para trasladarle su deseo de colaboración en la recuperación del edificio. La idea es mantener un encuentro entre todos para estudiar qué medidas se pueden adoptar, creando incluso una asociación o plataforma a partir de la cual se logren fondos para rehabilitar la finca.
Para la abadesa, Santa María debe seguir teniendo un uso como convento, compatibilizándolo con una hospedería y un espacio "de encuentro personal y de reflexión", tal y como se había previsto en el proyecto del arquitecto Francisco Torres que iba a financiar en parte la Junta de Andalucía. Eso sí, Sor María Luz tiene muy claro que debe mantenerse el uso religioso por lo que en ningún momento se ha planteado la marcha definitiva de la Orden de la Inmaculada Concepción. Hoy, por razones de seguridad, las cinco monjas de este convento se encuentran residiendo desde hace unos años en el ubicado en la calle Feduchy, de la misma congregación.
Recuerda la abadesa que hace ya décadas el convento cedió una amplia extensión de su propiedad, donde se encontraban los huertos y otras dependencias, a la ciudad para la construcción de viviendas sociales sin que, entonces, se recibiese nada a cambio. Confía ahora en contar con el apoyo de la ciudad y de sus autoridades para evitar la pérdida del convento, evidenciando además que "fueron los regidores de Cádiz los que (hace siglos) pidieron la construcción de este convento".
Hoy, la Orden no cuenta con fondos para afrontar este proyecto, sobre todo cuando su coste alcanzaba los 7,2 millones de euros en noviembre de 2008 cuando fue aprobado por la Junta de Andalucía, por lo que es de suponer que esta cifra se habrá incrementado en estos casi tres años que han pasado desde entonces. Una cifra igualmente elevada para ser asumida por algún promotor privado en cuanto buena parte de la planta del solar seguirá teniendo un uso conventual.
Curiosamente, en el primer Plan de Ordenación Urbana del Ayuntamiento, elaborado en 1984, se planteó trasladar al convento el vecino, y ya inexistente, mercado de abastos de la Merced.
Tras anular el convenio que en su día se firmó con la Junta de Andalucía, que iba a asumir la rehabilitación del edificio con una inversión de 7,2 millones de euros (de los que 2,6 millones debían ser aportados por la propietaria de la finca, la Orden de la Inmaculada Concepción), la congregación religiosa entabló negociaciones con una promotora privada que se iba a encargar de sacar adelante este proyecto. Pero esta alternativa ha fracasado, según reconoce a Diario de Cádiz, la abadesa del convento, sor María Luz Suárez.
Esta marcha atrás por parte de la promotora pone en duda la continuidad del propio edificio habida cuenta su estado de conservación. "El edificio se encuentra muy deteriorado, cada vez más, hasta el punto que hemos tenido que apuntalar varias zonas", reconoce la abadesa. Los propios arquitectos que en los últimos años han analizado el histórico edificio ya denunciaron en su momento el precario estado del mismo.
Esta situación obliga a tomar medidas urgentes. Sor María Luz Suárez tiene claro que "voy a luchar con todos los medios" para recuperar el convento. Para ello cuenta con el apoyo de un grupo de ciudadanos, por ahora anónimos, que se han dirigido a ella para trasladarle su deseo de colaboración en la recuperación del edificio. La idea es mantener un encuentro entre todos para estudiar qué medidas se pueden adoptar, creando incluso una asociación o plataforma a partir de la cual se logren fondos para rehabilitar la finca.
Para la abadesa, Santa María debe seguir teniendo un uso como convento, compatibilizándolo con una hospedería y un espacio "de encuentro personal y de reflexión", tal y como se había previsto en el proyecto del arquitecto Francisco Torres que iba a financiar en parte la Junta de Andalucía. Eso sí, Sor María Luz tiene muy claro que debe mantenerse el uso religioso por lo que en ningún momento se ha planteado la marcha definitiva de la Orden de la Inmaculada Concepción. Hoy, por razones de seguridad, las cinco monjas de este convento se encuentran residiendo desde hace unos años en el ubicado en la calle Feduchy, de la misma congregación.
Recuerda la abadesa que hace ya décadas el convento cedió una amplia extensión de su propiedad, donde se encontraban los huertos y otras dependencias, a la ciudad para la construcción de viviendas sociales sin que, entonces, se recibiese nada a cambio. Confía ahora en contar con el apoyo de la ciudad y de sus autoridades para evitar la pérdida del convento, evidenciando además que "fueron los regidores de Cádiz los que (hace siglos) pidieron la construcción de este convento".
Hoy, la Orden no cuenta con fondos para afrontar este proyecto, sobre todo cuando su coste alcanzaba los 7,2 millones de euros en noviembre de 2008 cuando fue aprobado por la Junta de Andalucía, por lo que es de suponer que esta cifra se habrá incrementado en estos casi tres años que han pasado desde entonces. Una cifra igualmente elevada para ser asumida por algún promotor privado en cuanto buena parte de la planta del solar seguirá teniendo un uso conventual.
Curiosamente, en el primer Plan de Ordenación Urbana del Ayuntamiento, elaborado en 1984, se planteó trasladar al convento el vecino, y ya inexistente, mercado de abastos de la Merced.
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